Estamos viviendo un verano atípico, no solo por los cambios meteorológicos sino por el aluvión de noticias que llega cada día y que cada vez son más negativas y dañinas para el futuro de nuestro Aragón.
Solo dos días después de que el Gobierno de España y la Generalitat sentaran las bases para el nuevo modelo de financiación ‘singular’ -dicen ellos- de Cataluña, nos llegaba la peor de las noticias desde Bruselas: la propuesta de la Comisión Europea de recortar en algo más de un 20% la asignación presupuestaria a la Política Agraria Común (PAC) a partir de 2027. Esto supondría pasar de los actuales 386.000 millones de euros a 300.000 millones en el nuevo marco financiero plurianual. ¿Por qué? Para poder quintuplicar el gasto en defensa, es decir, para comprar armas.
La propuesta de la Comisión Europea para el nuevo marco financiero plurianual para el periodo 2028-2034 evidencia, una vez más, que el pagano de cualquier cambio en la geopolítica en Europa es el sector primario. La Comisión Europea ha decidido que hay que cambiar bombas por el bienestar de nuestros agricultores, agricultoras, ganaderos y ganaderas. No van a perder nada las grandes empresas gasísticas, petroleras, constructoras. Esas, no.
A todos los grandes partidos políticos se les llena la boca al hablar de la importancia del sector primario, pero a la hora de votar en Europa se olvidan de sus promesas y aprueban unas políticas que lo único que van a conseguir es el final de la agricultura y la ganadería familiar en nuestro país y, en concreto, en Aragón.
En nuestra Comunidad hay miles de hombres y mujeres distribuidos por todo nuestro territorio que se levantan cada día con la ilusión de mantener y de hacer crecer sus explotaciones agrarias y ganaderas. Muchos de ellos son hijos y nietos de agricultores y ganaderos, que gestionan unas explotaciones centenarias y que, si nadie lo remedia, abandonarán o las venderán a los grandes fondos de inversión porque no tendrán asegurada una renta básica.
Según los cálculos del Gobierno de Aragón, este brutal recorte en la partida destinada a la PAC supondría unas pérdidas anuales de unos 110 millones de euros en nuestra Comunidad, dinero que no llegará a los más de 33.000 agricultores y ganaderos de nuestro territorio.
En circunstancias como esta es cuando se demuestran las intenciones y los intereses de los partidos políticos. Hasta hace pocos meses, el comisario europeo de Agricultura era ‘amigo’ de Vox, ese partido que se considera abanderado de los derechos de los agricultores, pero que ni en Europa ni en Aragón, en el escaso año que estuvo al frente del Departamento de Agricultura, hizo nada por nuestro sector primario.
Ahora tenemos un comisario europeo de Agricultura ‘amigo’ del Partido Popular. De nada sirven las críticas del PP aragonés al recorte de la PAC si sus aliados en Bruselas son los que están propiciando semejante desastre. Tampoco queda libre de culpa el PSOE, otro de los grandes partidos con gran peso en Europa, y su líder Pedro Sánchez, ese presidente del Gobierno de España que tanto presume de su buena fama en Europa.
Es el momento de demostrar la valentía política con hechos y no con soflamas que lo único que hacen es crear un ambiente de tensión y violencia social. El Partido Aragonés en los ayuntamientos, en las comarcas, en las Cortes, allí donde tiene representación, pondrá en marcha iniciativas para denunciar esta medida que puede dar la puntilla a nuestros agricultores y ganaderos que, tras años de sequía, viven ahora las consecuencias de las lluvias torrenciales y las granizadas.
Defendamos todos a nuestro territorio y a los agricultores, agricultoras, ganaderos y ganaderas que mantienen vivos nuestros pueblos. Defendamos todos a Aragón.